Hoy se celebra internacionalmente el día del músico, fecha que conmemora la muerte de Santa Cecilia.
Santa Cecilia fue una noble romana de ilustre familia. No se conoce mucho sobre su vida, pero se sabe que fue convertida al Cristianismo, y algunos especialistas sitúan su martirio entre en el año 230 en Catania, aunque otros lo sitúan a finales del siglo IV.
A finales de la Edad Media (siglo XIV) los pintores y los escultores empezaron a representarla como artista, tocando algún instrumento musical, especialmente, el órgano, la vihuela, instrumentos de cuerda o simplemente cantando, acercándola así más a la música.
Cuando se fundó en Roma la Academia de la Música, en el año 1594, Santa Cecilia fue canonizada y nombrada patrona de esta institución por el Papa Gregorio XIII, gracias a una frase del acta de su martirio, en la cual, se explicaba que durante el mismo rezaba cantando salmos.
Así, su veneración como patrona de la música se tornó universal.
Desde 1695 se comenzó a celebrar en Edimburgo (Escocia) con cierta regularidad el Día de la Música. Posteriormente siguieron otros países como Alemania, España y Francia.
En la República Dominicana se conmemora el 22 de noviembre de cada año el Día del Músico, la fecha es utilizada para realizar actividades que van acorde con este día, entre las que se destacan las premiaciones a músicos, sociales y otras de esparcimiento.
La banda de música de la Policía de la República Dominicana lleva el nombre de Santa Cecilia, en honor a esta mujer que en gran parte dedicó su vida a la música y a cantar.
La música como producto de la mente humana, es el nutriente del alma, receptáculo donde se alojan los más hermosos y sensibles ideales del infinito Universo; y por lo tanto -a nuestro entender- debe poseer estas sencillas pero fascinantes condiciones: armonía, composición y buen gusto; ser agradable al oído, provocar isócrono acompasamiento, suscitar bellos sentimientos, y en cuerpo y alma alcanzar el anhelado nirvana filosofal.
¡Feliz Día del Músico!