Proclamado en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), (UNGA). Su finalidad es concientizar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. El día coincide con la fecha de la fundación de la FAO en 1945.
La delegación húngara, encabezada por el Ministro de Agricultura y Alimentación, Paul Romany, desarrolló un activo rol en la Sesión Número 20 de la Conferencia de la FAO, sugiriendo la idea de celebrar mundialmente el DMA. Desde entonces se ha convocado cada año en más de 150 países, dando a conocer los problemas detrás de la pobreza y el hambre.
El 5 de diciembre de 1990 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 35/70 acogió con beneplácito la observancia del Día Mundial de la Alimentación.
El Día Mundial de la Alimentación es una oportunidad para demostrar nuestro compromiso con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 2 – Alcanzar la meta del Hambre Cero en 2030.
Se trata también de un día para que podamos celebrar los avances realizados hacia la consecución del #HambreCero.
La FAO establece como objetivos para esta celebración:
- Estimular una mayor atención a la producción agrícola en todos los países y un mayor esfuerzo nacional, bilateral, multilateral y no gubernamental a ese fin;
- Estimular la cooperación económica y técnica entre países en desarrollo;
- Promover la participación de las poblaciones rurales, especialmente de las mujeres y de los grupos menos privilegiados, en las decisiones y actividades que afectan a sus condiciones de vida;
- Aumentar la conciencia pública de la naturaleza del problema del hambre en el mundo;
- Promover la transferencia de tecnologías al mundo en desarrollo;
- Fomentar todavía más el sentido de solidaridad nacional e internacional en la lucha contra el hambre, la malnutrición, la pobreza, señalar a la atención los éxitos conseguidos en materia de desarrollo alimentario y agrícola.
Cambiar el futuro de la migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural.
El mundo está en constante movimiento. A día de hoy y debido al aumento de los conflictos y la inestabilidad política, se han visto obligadas a huir de sus hogares más personas que en cualquier momento desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el hambre, la pobreza y un aumento de los fenómenos metereológicos extremos relacionados con el cambio climático son otros factores importantes que contribuyen al desafío migratorio.
Los grandes desplazamientos de población hoy en día presentan desafíos complejos que exigen una acción a escala mundial. Muchos migrantes llegan a los países en desarrollo, creando tensiones donde los recursos ya son escasos, pero la mayoría, unos 763 millones, se trasladan dentro de sus propios países más que al extranjero.
Tres cuartas partes de las personas en situación de pobreza extrema basan sus medios de subsistencia en la agricultura u otras actividades rurales. La creación de condiciones que permitan a las poblaciones rurales, especialmente a los jóvenes, permanecer en sus hogares cuando sientan que es seguro hacerlo y tener medios de vida más resilientes, es un componente crucial de cualquier plan para emprender el desafío migratorio.